Diario de Estocolmo día 9 - Último día en Suecia
16:00:00Después de 9 capítulos, llega el final del Diario de Estocolmo. En este último post te cuento las cuatro cosas que nos quedaban por ver, el último paseo por la ciudad y la vuelta a Barcelona.
Aunque parezca un post muy light está lleno de información muy útil que puedes llevarla a la práctica durante tu viaje.
Empezamos el día un poco atareados ya que el día anterior nos pudo el cansancio y el trámite de hacer maletas se quedó un poco a medias así que, después de desayunar, nos pusimos a cerrar los equipajes. Fue rápido porque al usar organizadores de maletas y tenerlo todo más o menos organizado en el armario no nos supuso demasiado trabajo. Una vez todo cerrado hicimos el check out y pedimos que nos guardaran la maleta en el locker del alojamiento.
Maleta cerrada camino hacer el check out |
Una vez hecho esto, nos dirigimos a ver un par de cosas que nos quedaron colgadas en el centro. Volvimos a buscar la línea verde del metro en Thorildsplan hasta Gamla Stan. Cuando salimos de la estación fuimos de cabeza a Riddarholmen ya que cuando la quisimos visitar el segundo día nos cayó el diluvio universal.
La verdad es una de las islas más pequeña de Estocolmo pero tiene un encanto especial con unos rinconcitos preciosos. Además, es una isla en la que los pocos turistas que se acercan se centran en la iglesia y poco más, así que pasear por ella es una gozada por lo tranquila que es.
Vistas de Riddarholmen |
Otro de los atractivos de Riddarholmen es el Evert Taubes Terrass, una explanada de adoquines con unas esculturas preciosas y unas vistas espectaculares del Ayuntamiento. De las esculturas que verás fíjate en la de un músico con un laúd, es el trovador sueco que da nombre a esta terraza, es una escultura datada de 1990 y su creador es Willy Gordon.
Vistas del Ayuntamiento |
Escultuta de Evert Taubes |
Cuando terminamos de dar este paseo, callejeamos, de nuevo, por Gamla Stan. Queríamos comprar una postal para casa, nos gusta coleccionar postales de los lugares que hemos visitado, y aprovechamos para “despedirnos” del centro de la ciudad.
Callejones de Gamla Stand |
No podía dejar de admirar esta cafetería cada vez que pasábamos por delante |
Empezaban a poner las decoraciones navideñas en las calles |
Finalmente llegamos a la última cosita que nos quedaba pendiente por comprobar. Llegamos a las puertas del Kungliga Dramatiska Teatren donde se encuentra la escultura de Margareta Krook, la cual desprende calor por su sistema de calefacción que hay en su interior, como ya te conté en el segundo episodio del Diario de Estocolmo.
Su historia es muy bonita, te la cuento muy rápidamente. Margareta fue una actriz muy famosa en Suecia que estuvo en activo de 1950 hasta su muerte en 2002. A lo largo de su vida se le propuso hacerle una escultura pero ella lo rechazaba ya que las esculturas son un trozo de metal frío y solían ser poco atractivas. Por este motivo, cuando falleció, el teatro quiso homenajearla, sin saltarse sus peticiones, y consiguieron la forma de hacer una escultura caliente. Se la representa con sus ropas favoritas, su interior cuenta con una bobina especial que calienta el cuerpo a 37 grados y está situada en el mismo lugar donde fumaba su cigarrillo antes de actuar.
Escultura de Margareta Krook |
Vista y tocada la escultura de Margareta Krook ya teníamos las cositas que nos quedaban colgadas vistas así que decidimos ir a comer. Eran las 11:30h pero, como te he contado anteriormente ellos empiezan a comer a partir de esta hora, queríamos adelantar cositas para que después no nos pillara el toro. Volvimos a ir a comer en el Östermalms Saluhall en el mismo restaurante de dos días antes, el Paulas, y volvimos a pedir lo mismo (albóndigas y salmón al horno) y evidentemente nos costó lo mismo 384 SEK (32,50€).
Después de comer fuimos a buscar un par de rollos de canela, para el vuelo, en la pastelería Fabrique Stockholm que quedaba justo al lado del mercado, los dos nos costaron 88 SEK (7,46€).
Aparador de la pastelería Fabrique |
Una vez con provisiones para el vuelo fuimos a buscar el metro para ir al alojamiento para coger las maletas y emprender camino al aeropuerto. Como el vuelo lo teníamos a las 16:20h debíamos estar allí sobre las 14:30h más o menos así que como muy tarde teníamos que salir de Estocolmo a la 13h.
Una vez con las maletas en nuestro poder, iniciamos la ruta hacia el aeropuerto. Como te conté en el post de los preparativos del viaje, a la llegada a Estocolmo utilizamos uno de los buses lanzaderas hasta el centro de la ciudad pero a la vuelta decidimos utilizar el transporte público. Con la misma tarjeta de transporte público que has utilizado para moverte por la ciudad te sirve, sin tener que hacer ningún otro gasto extra, para llegar al aeropuerto. Eso sí… depende de la zona de la ciudad donde estés deberás coger hasta 3 tipos de transporte diferente como fue en nuestro caso.
Repetimos los mismos movimientos que cuando fuimos a Sigtuna: metro hasta Odenplan, tren (41 o 42) hasta Märsta Station y de allí bus al aeropuerto. Nosotros nos encontramos que tuvimos que cambiar de tren a mitad del camino por una incidencia pero fue impresionante ver que tan solo tuvimos que bajar y subirnos, SIN NINGÚN TIPO DE TIEMPO DE ESPERA, a otro tren que nos estaba ya esperando… Fue alucinante porque en otro lugar (en nuestro país sin ir muy lejos) te pasa esto y te desesperas en la estación para que llegue un nuevo convoy. ¿Tiempo total desde la estación de metro hasta el aeropuerto? 1:15h y por el precio de un billete sencillo de transporte público.
Llegados al aeropuerto pasamos los controles de seguridad, todo muy rápido, y esperamos a la hora de embarcar.
Esperando al embarque |
Llegamos a Barcelona en el horario previsto y, después de llamar, nos pasó a recoger el personal del parking, por la puerta de la terminal, donde dejamos el primer día el coche. Una vez en el parking nos entregaron el coche en perfecto estado y realizamos el pago de la estancia (48€ por 9 días).
Y ya de camino a casa, es momento de despedir este Diario de Viaje por Estocolmo.
Si has llegado hasta aquí, después de todos los capítulos, darte las gracias por leerme. Espero que todo lo que te he contado te sirva como inspiración para organizar tu viaje por la capital sueca.
Como ya habrás visto, Estocolmo es una ciudad sorprendente, por la que me muero de ganas de volver, pero sobre todo tengo ganas de poder volver a Suecia para conocer un poco más sobre el país ya que, por lo poco que vi, me dejó fascinada en todos los sentidos.
De nuevo, muchas gracias por llegar hasta aquí y para cualquier consulta no dudes en escribirme.
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