Diario de Macedonia y Bulgaria 5: Recorriendo el suroeste de Bulgaria

Monasterio de Rila - Glo Ribas - Bulgaria 2018 Viernes, 3 de agosto del 2018 Empezamos la ruta por Bulgaria. En este primer capítul...

Monasterio de Rila - Glo Ribas - Bulgaria 2018


Viernes, 3 de agosto del 2018

Empezamos la ruta por Bulgaria. En este primer capítulo dedicado a este país recorreremos el suroeste del mismo, dónde visitaremos Melnik, el Monasterio de Rozhen, Blagovgrad y el Monasterio de Rila.

Nos quedamos muy sorprendidos con lo que vimos, y pensamos que si el resto del país era así nos enamoraríamos de él rápidamente. ¿Te apetece descubrirlo de nuestra mano? ¡Vamos allá!


La noche anterior habíamos quedado con la propietaria del hotel que bajaríamos a desayunar a las 8:30h para empezar pronto el día para que nos diera tiempo a visitar todo lo que teníamos previsto. Todo iba bien hasta que miramos el reloj mientras desayunábamos unas torrijas con queso y yogur salado, nos habíamos despertado una hora más tarde... le pedimos mil disculpas por el retraso a la señora y le contamos que con el cambio de hora nos confundimos en el momento de poner el despertador. Al terminar el desayuno recogimos las cosas y empezamos el primer día de ruta por Bulgaria.

Nuestra primera parada fue Melnik. Este pequeño pueblo está enmarcado con un telón de fondo de montañas de arenisca. Éste es su principal atractivo y por eso encuentras a algún que otro viajero paseando por sus calles. Lo que es el pueblo en sí no tiene mucho, pero es curioso y bonito ver estas formaciones montañosas a su alrededor.

Formaciones de arenisca enmarcando el pueblo
Detalle de las casas del casco antiguo de Melnik
Seguimos por la carretera que íbamos para dirigirnos al Monasterio de Rozhen. El camino está muy  bien indicado con carteles, cosa que echamos bastante de menos en Macedonia ya que pocas cosas las encontramos con indicaciones. Un poco antes de la entrada al monasterio hay un parking muy grande y gratuito donde poder dejar el vehículo.
Las normas de vestimenta en los  monasterios e iglesias ortodoxas son bastante estrictas, así  que si vais con pantalones por encima de la rodilla y camisetas de tirantes os harán tapar con un pañuelo. Os recomendamos que, si tenéis pensado visitar uno, vestíos directamente los pantalones largos o llevad con vosotros un pañuelo grande para anticiparos a pequeños toques de atención por parte de las personas que vigilan estos lugares.

El conjunto del Monasterio de Rozhen (entrada gratuita) es pequeño y acogedor. Las construcciones laterales son de madera y su iglesia central de piedra. Se pueden tomar fotografías excepto del interior de la pequeña iglesia, que está decorada de arriba a bajo con frescos, vitrales, lámparas e iconos, siendo el más importante el de la virgen, convirtiendo el lugar en un sitio de peregrinación. En el exterior, al lado de la puerta de acceso a la iglesia, hay un magnífico fresco el cual merece unos instantes de contemplación.

Interior del recinto del Monasterio
Entrada de la iglesia donde uno de los monjes explicaba el significado de las pinturas a unos visitantes
Detalle de los frescos de la entrada de la iglesia
Parte trasera del recinto 
Antiguo refectorio 
Deshicimos el camino para ir hacia Blagovgrad. Esta localidad se encuentra a 100 Km al sur de Sofía y sirve en muchas ocasiones como parada para visitar el Monasterio de Rila. Es una ciudad universitaria y poco turística, nosotros decidimos hacer una parada para dar una vuelta y parar a comer. Antes de nada fuimos al banco a cambiar dinero ya que llevábamos pocas levas en efectivo.

Plaza central de Blagovgrad
Una vez inspeccionamos en qué sitios podríamos comer, fijándonos en los platos de los clientes ya que la gran mayoría de cartas y carteles estaban en búlgaro, nos decantamos por un restaurante no muy grande que tenía buena pinta. Un plato de pescado y un plato de pollo al curry más la bebida nos salió por 23 levas los dos (11,5€). Al terminar de comer vimos que teníamos una llamada de un teléfono búlgaro pero al no coincidir con el del hotel no le prestamos mucha atención (os lo contamos porque es importante para la historia).

Continuamos nuestra ruta hacia el Monasterio de Rila. Al llegar podréis aparcar justo en la zona de la entrada ya que hay una zona habilitada. Cuando aparquéis se acercará un señor que os cobrará, muy típico en toda Bulgaria, el aparcamiento en este caso nos costó 5 levas (2,5€). Sin embargo, la entrada al monasterio es gratuita.

Una vez se cruza la puerta de entrada te encuentras en medio de un recinto espectacular. En el centro se erige la pequeña iglesia ortodoxa totalmente pintada, por fuera y por dentro, y a su alrededor las que son las estancias de los monjes y las dependencias del monasterio pintadas a rallas.

Mires donde mires es un lugar precioso. Las pinturas exteriores son impresionantes y no podréis de fotografiar, por el contrario en el interior de la iglesia no se pueden tomar fotos, pero no dudéis en entrar. Cuando fuimos estaban haciendo misa y es bastante curioso ver la liturgia y los ritos que siguen. En el momento que fuimos estaban restaurando las pinturas de una de las capillas laterales, cuando estén todas limpias puede ser un verdadero espectáculo poderlas contemplar, ya que volverán a brillar como el primer día.

Una de las entradas al recinto del monasterio
Vista del interior con la iglesia en el centro
Dependencias de los monjes 
Detalle de las pinturas de la fachada de la iglesia

Después de casi una hora en Rila tocaba volver al coche y ponernos camino al hotel que se encontraba al oeste de Sofía, en la localidad de Bankya. De camino recibimos un mail del hotel diciendo que nos habían cambiado de hotel. No entendíamos nada y pensamos que no fuera que hubieran tenido algún problema o algo. Llegamos al nuevo alojamiento y el chico de recepción, super amable, nos contó que nos habían reubicado allí pero que no sabia el problema que había. Nosotros le contamos que pagaríamos el precio que teníamos marcado en el otro hotel ya que no era cosa nuestra el cambio. Hizo unas cuantas llamadas y nos dijo que no era posible pero que nos entraría con el precio la cena, el desayuno y nos dijo que podríamos utilizar la piscina antes de irnos al día siguiente. Llegamos a la conclusión que la gerente del hotel entendió nuestra situación y nos dio esas facilidades. Sin problemas pagamos el precio y acto seguido nos pusimos en contacto vía mail con el otro hotel reclamando la diferencia.


Zona de la piscina
Habitación
Baño
A partir de ahí todo fue bastante desagradable porque nos discutimos con los del otro hotel, los cuales decían que era nuestro problema porque no contestamos al teléfono y que no habíamos pagado la noche (cuando seleccionamos la opción de pagar en el alojamiento). Eran muy maleducados y finalmente tras varias llamadas, y al ver que nosotros teníamos la intención de reclamar a Booking, se presentaron en el nuevo hotel y nos dieron la diferencia de dinero de muy malos modos y reiterando que no teníamos razón.

Esa noche la pase fatal, sin dormir ni una hora seguida por nervios y por miedo de si se presentaban a media noche de nuevo al hotel con ganas de barullo (una ya se crea paranoias en la mente). En todos los años que viajamos fue la primera vez que nos encontrábamos en una situación similar.

Al día siguiente, a primera hora, aprendimos que si en algún momento nos volviera a pasar algo similar no reclamaríamos nada al hotel y esperaríamos a que Booking nos dijera algo. 
Tan sólo levantarnos recibimos un  mail de Booking preguntándonos cuál fue el problema y si lo pudimos solucionar ya que les aparecía como que la estancia no se había producido. Nos dijeron que si no estuviera resuelto el problema podríamos mandarles las facturas del pago de más y ellos, protegiendo nuestros datos, reclamarían y nos lo retornarían. Así que si os ocurre algo similar y habéis reservado con Booking, no os metáis en berenjenales como hicimos nosotros, y dejad que la empresa haga todo el proceso de reclamación o os ponéis en contacto con ellos.

Fue una pena terminar el día así ya que había sido un día precioso donde descubrimos lugares maravillosos, pero a veces estas cosas ocurren. También os digo que fue la única mala experiencia en todo el viaje y creemos que dentro de lo malo salimos ganando porque el hotel donde finalmente nos alojamos era mucho mejor que el que habíamos reservado.

En el próximo post os llevaremos de ruta hacia el norte del país donde descubriremos grandes parajes naturales y culturales.

De este día no podría destacar otra cosa que no sea el Monasterio de Rila. Su arquitectura, sus pinturas y esa sensación de zona protegida gracias a los edificios de alrededor. Es un lugar muy recomendable de visitar y poder disfrutar de él con tiempo.

Mapa ruta 5

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