Lugares historicos escalofriantes: KZ Mauthausen
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Al exterior, la libertad. Glo Ribas, Mauthausen, Austria, 2009 |
Siempre es fácil hace un post de lugares agradables y bonitos pero hay veces que tenemos que dedicar alguna entrada a lugares terroríficos y espeluznantes porque nos gusten o no forman parte de la historia. Una de las experiencias más duras que he vivido en un viaje fue visitar el campo de concentración de Mauthausen en Austria.
Siempre he pensado que una vez la vida se debería visitar uno de estos lugares terribles para darnos cuenta de lo mucho que tenemos y de lo poco que lo valoramos. Así que, en el artículo de hoy, hablare de uno de los lugares que nunca deberían haber existido: el campo de concentración de Mauthausen.
Un poco de historia...
El campo de concentración de Mauthausen (desde el verano de 1940, Mauthausen-Gusen) fue un grupo de campos de concentración nazis situados en torno a la pequeña localidad de Mauthausen en Austria, aproximadamente a 20 km de Linz.
Inicialmente había un solo campo en Mauthausen, pero con el tiempo se expandió hasta convertirse en uno de los complejos de campos de concentraciónmás grande de la zona nazi de Europa. Aparte de los cuatro subcampos principales en Mauthausen y la cercana Gusen, más de 50 subcampos, localizados por toda Austria y el sur de Alemania, utilizaron a los ocupantes como esclavos. Algunos campos subordinados al complejo de Mauthausen incluían fábricas de munición, minas, fábricas de armamento y plantas de ensamblaje del avión Me 262.
En enero de 1945, los campos, dirigidos desde la oficina central en Mauthausen, contenían unos 85.000 prisioneros. Se desconoce el número de víctimas, aunque la mayoría de las fuentes las cifran entre 122.766 y 320.000 en todo el complejo. Los campos formaron uno de los primeros campos de concentración masivos en la Alemania nazi, y fueron los últimos en ser liberados por los Aliados Occidentales o la Unión Soviética. Los dos campos principales, Mauthausen y Gusen I, fueron los dos únicos campos de toda Europa etiquetados como campos de "Grado III", lo que significaba que eran los campos más duros para los "Enemigos Políticos Incorregibles del Reich". A diferencia de muchos otros campos de concentración, que eran para todo tipo de prisioneros, Mauthausen fue utilizado principalmente para tareas de exterminio de la intelligentsia, gente ilustrada y miembros de las clases sociales altas de países subyugados por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Mi experiencia...
Nunca antes en el blog había escrito como si se tratara de un "Diario de viaje" porque me cuesta llevar al día un diario de este tipo mientras hago un viaje. Aun y así durante el Interrail por Austria sí que lleve a cabo un diario plasmando todas las impresiones de los lugares que visité y mis sensaciones. Así que reproduciré las líneas que escribí en su momento sobre mi visita a este lugar.
Hoy me he levantado algo más tarde que los otros días, a las 7am, y he ido a desayunar para poder coger con tiempo este tren que me lleva a Mauthausen. Sinceramente voy algo asustada por ver que me encontraré y se que saldré de la visita bastante mosqueada por todo lo que veré. Sólo viendo el tren que me lleva a destino hace que se te caiga el alma a los pies. Parece sacado de los los años cuarenta, es viejo y con los asientos de terciopelo gastado de color marrón y estructura de madera. en el vagón de al lado es un espacio diáfano, sin asientos... no se me ha venido a la mente un montón de gente apretujada de pie camino a la perdición. Parece que el tren llega a destino, cuando vuelva a escribir ya habré resuelto mis dudas sobre el campo de concentración.
He subido y bajado de la estación al campo de concentración, bajo un sol de justicia, andando. Creía que encontraría algún bus que hiciera el trayecto pero no fue así. Son 12 km. lo que separa la estación de tren del campo. El ascenso ha sido algo complicado ya que no hay indicaciones, sólo al dejar la estación si que ves un gran cartel diciendo la distancia que hay hasta allí pero por el camino nada de nada hasta que que queda poca distancia para llegar. Así que... viva la intuición femenina.
Tren de Linz a Mauthausen |
Cartel indicativo una vez sales de la estación de tren |
Después de esto me he dirigido hacia el campo con el libreto que me explicaba exactamente que era cada uno de los espacios. Entre por el Patio de Cocheras que me conducía tras subir unas escaleras al portón de entrada. Una vez cruce ese portón un escalofrío me recorrió el espinazo. Quedan algunos de los barracones, no todos, e imaginar como debería estar en la época es espeluznante.
Una vez dentro visité primero el muro de las lamentaciones: en este muro ponían a los ingresados de espaldas contra el muro y era el lugar donde tenia lugar el primer interrogatorio. Podían estar horas o incluso días encadenados de cara a la pared según el "humor" con el que encontrabas el oficial. Seguidamente visité la antigua lavandería, que actualmente está reconstruida como una capilla y un recinto para las solemnidades pero que en origen había las duchas de desinfección y las instalaciones de la calefacción, y la cocina. Y a continuación entre en la prisión de campo, era llamado también bunker y en él tenían lugar los interrogatorios complementarios de reclusos y soldados aliados.
Antigua lavandería |
Prisión de Campo |
Barracón |
Disposición de las literas en el barracón |
Baños |
Armarios |
Detalle de las literas |
Escaleras de acceso |
Sala entre el crematorio y la cámara de gas |
Horno crematorio |
Sala de Disección |
Cartel indicando donde estaba la cámara de gas |
Cámara de gas |
Otros mecanismos de expulsión del gas |
Puerta blindada que cerraba la cámara |
Chimenea de expulsión de cenizas |
Memorial a los Republicanos españoles |
Memorial a Italia |
Memorial judío |
Escalera de la muerte |
Escalera de la muerte y el "talud de paracaidismo" |
Así terminaba el relato en mi diario de viaje y después de 4 años me sigue estremeciendo ver las fotos y releer lo que escribí en su día.
Para que os hagáis una idea de como me afectó la visita a Mauthausen pocos días después de volver vi la película El niño del pijama de rayas y desde el inicio del film hasta el final no pude parar de llorar, confieso que soy llorona ya de por sí al ver según que pelis y no tengo problemas en volverlas a ver en alguna otra ocasión, y no he sido capaz de volverla a ver otra vez y por descontado no he leído el libro.
Aún y ser algo duro y escalofriante es un lugar que al menos una vez a la vida se debe visitar, se que me repito con esta idea pero creo que es importante, porque cuando sales de ahí ves la vida desde un punto de vista muy diferente de como las veías antes de entrar.
¿Habéis visitado algún campo de concentración? ¿Qué impresión os llevastéis?
5 comentaris
Buff nada mas empezar a leer el post ya se me ha puesto el bello de punta, la verdad que nunca he estado en uno pero no se si me vería capaz.. el saber que en ese mismo sitio donde yo estoy "de visita" unos años atrás personas reales andaban por esos pasillos, trabajaban duro, morían en ese mismo sitio.. bfff se me pone el bello de punta de pensarlo. Me leí el libro a principios de este verano de El hombre en busca del sentido, de Viktor frankl y no dejé de leerlo porque era un trabajo de la UNI y tenia que acabarlo... derrame muchas lagrimas mientras leía y en cada lectura me invadía una mezcla de sentimientos... rabia, indignación, impotencia, pena...
ResponderEliminarPero como dices creo que seria interesante que todo el mundo una vez en la vida visitara un sitio así, para poder ver la vida desde otra perspectiva y valorar lo que se tiene.
Me ha parecido muy interesante poder leer tu experiencia y poder ver algunas de las fotos del sitio.
Un besito muy fuerte!!!
Muchas gracias Aída por tu comentario. Como tu bien dices es muy duro "pasear" por todos estos espacios y no tener imágenes en la mente. Salí muy tocada es este lugar e incluso con un nudo en el cuello apunto de llorar... es indignante, inmoral y repulsivo imaginar como habían gentes tan malvadas que les importaba igual lo mal que lo estuvieran haciendo pasar a lo otros simplemente por tener unas creencias políticas totalmente alejadas a las suyas...
EliminarMe alegro que te haya parecido iteresante, como ya digo en el post es uno de los escritos que más me ha costado escribir por todos los recuerdos que tenia en mente...
Un agrazo gigante!
Kisses!
Cuando visité el campo de concentración de Dachau, cerca de Múnich, en Alemania, pudimos ver antes de salir un monumento conmemorativo con la escultura de un preso liberado, donde se podía leer en alemán algo así como "Para recordar a los muertos. Para advertir a los vivos". Me pareció todo un resumen, si se le puede llamar así..., de lo que yo podía y debía llevarme de allí. Que aquellos muertos y por lo que murieron no queden en vano a lo largo de la historia. Y que los vivos tengamos siempre presente el valor de poder tener un espacio, este blog por ejemplo, donde poder opinar libremente sobre aquello y sobre cualquier cosa que nos rodee, siendo críticos con todo lo que no debería ocurrir en este mundo. ¡Gracias por compartir tu reflexión, Glo!
ResponderEliminarQue razón tienes Cel! Un abrazo!
EliminarHe llegado a la entrada esta casi de casualidad y la verdad es que es escalofriante. Yo vi el de Sauchsenhaussen cerca de Berlin y te quedas helado desde el principio hasta el final de la visita. Sauchsenhaussen me gustaría visitarlo porque he leído algún libro sobre algún prisionero español que estuve ahí. Y después de ver las 2 fotos entiendo lo de la escalera de la muerte que ya había leído sobre ella peor nunca había visto una foto de ella.
ResponderEliminarUn saludo de otro bloguero Glo!