Una de las paradas imprescindibles de Polonia o si haces una escapada a
Cracovia son las Minas de Sal de Wielicza. Es una visita que no te va a
dejar indiferente ya que tanto su historia como todo lo que ves durante el
recorrido parece sacado de una película.
En este post te voy a dar algunos consejos para la visita sea de lo más
reconfortante.
Breve historia de las Minas
Las Minas de Sal de Wieliczka están en funcionamento des del siglo XIII ya
que se extraía la salmuera y se trabajaba para su uso de sal de mesa. El
principal actor para el desarrollo de las minas de sal fue el rey Casimiro
III el Grande. Éste cedió varios privilegios y responsabilizándose, él
mismo, de su conservación.
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Esculturas talladas en sal |
Durante la 2ª Guerra Mundial la mina fue utilizada como almacén de guerra y
fábrica subterránea por parte de las fuerzas de ocupación alemanas. Los
nazis trasladaros desde diferentes campos de concentración a judíos para
trabajar en la fábrica de armamento que se ubicó en el interior de la mina.
Este campo de concentración albergó unos 1700 prisioneros. La producción de
armamento nunca se llevó a cabo debido al avance del bando soviético en las
cercanías.
Fue en el 1978 cuando las Minas de Sal de Wieliczka cuando se declararon
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y, desde 1994, es uno de los
Monumentos Históricos de Polonia.
Información práctica
Horario:
De 8:30h a 17:30h
Visitas en español:
12:45h y 15:45h
Otros idiomas disponibles para las visitas:
Polaco, Inglés, Alemán, Francés, Italiano, Ruso
Precio:
Entrada normal: 116 Zlotis
Reducida estudiantes, mayores y discapacitados: 106 Zlotis
Jóvenes y niños: 96 Zlotis
Entrada familiar: 347 Zlotis
Menores de 4 años: Gratis
** Horarios y precios según web oficial año 2023. Para consultas: WEB OFICIAL **
¿Cómo visitar las Minas?
La única manera para visitar las Minas es mediante una visita guiada, sin
eso olvídate de pasear por su interior.
Lo más práctico es reservar día y hora por internet, así evitaras
desplazarte y no encontrar entradas. Las visitas se hacen en diferentes
idiomas, incluido el español, y puedes escogerlo en el momento de hacer la
reserva. Cuando reserves las entradas te va a llegar a tu mail un recibo con
el que irás a la taquilla para intercambiarlo por las entradas
definitivas.
Si te pasara como a nosotros, que por problemas de tráfico llegamos 1h más
tarde de la reserva, no dejes de ir. Acércate a la taquilla y explícales lo
sucedido y muy probablemente que te reubiquen en otro grupo, en nuestro caso
nos las dieron para un tour en inglés. Pensamos que nos costaría más
entender la explicación pero, la verdad, que la guía era una mujer muy maja
y explicaba muy bien. Además, lo mejor, es que éramos un grupito no muy
grande y todo fue muy cercano.
Una vez tengas los tickets definitivos tienes que ponerte en la fila/grupo
con la banderita del idioma del tour y esperas a que te den acceso con el
guía.
¡Advertencia!
Si sufres de claustrofobia mejor que no realices la visita.
No es porque los espacios de la mina sean estrechos, TODO LO CONTRARIO ya que
llega un punto que parece que estés en una ciudad, pero de primeras bajas
andando por unas escaleras 65 metros de profundidad y a medida que avanza la
visita llegas a una profundidad de 100 metros.
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Aquí se puede ver la amplitud de uno de los espacios de la mina |
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En esta imagen se puede apreciar un poco la altura de la mina |
Opinión personal
¡A nosotros nos flipó la visita! Tanto las explicaciones, las
instalaciones como el recorrido son de 10. La visita dura aproximadamente
unas 2 horas que a nosotros se nos pasaron volando (a mitad del recorrido
te dan unos 10 minutos de descanso para que puedas ir al baño o comprar
algún recuerdo)
De todo lo que ves y te explican en la visita me gustaría destacar un par
de puntos.
El primer punto que quiero comentarte es una enorme cisterna de agua.
Ésta te la enseñan con un juego de luces y música que te deja con la boca
abierta.
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Cisterna en la que se hace el juego de luces y música |
El segundo punto, y no por eso menos importante, es la imponente iglesia
que construyeron 2 mineros, sin tener la menor idea de arquitectura ni de
escultura, tallando la roca de sal. Todo lo que verás allí está hecha de
sal, desde las lámparas, pasando por el altar, siguiendo por las
esculturas y relieves… la verdad que es que te quedas anonadado al ver tal
obra de ingeniería.
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Iglesia del interior de la Mina |
Como has podido leer esta visita nos fascinó y no puedo dejar de animarte
a ir (lo dicho, cuidadín con el tema de la claustrofobia) porque creo que
no hay otro lugar en el mundo igual.
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